Hacia comienzos de la década de 1990, la situación era muy problemática en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Todo el aparato estatal y social se estaba desarmando lenta pero progresivamente, y con ello también sus fuerzas armadas y toda la industria de enorme importancia, que competía cabeza a cabeza con la de EEUU por el dominio del mercado internacional.
Sin embargo, justo en ese momento fue a producción uno de los últimos
desarrollo soviéticos de tanques, que nuevamente revolucionaría los conceptos y
traería temor a los ejércitos occidentales. Se trataba del T-90.
Fue en esa fecha que la Asociación de Producción Estatal Uralvagonzavod
terminó el desarrollo de este vehículo acorazado. Se trataba de la nueva
generación de tanques rusos, que incorporaba soluciones únicas a problemas
vistos en el T-72 y T-80, y volvía a sugerir un concepto que todavía hoy casi
ningún tanque occidental posee: una tripulación de tres hombres, un cañón
automático y la posibilidad de disparar misiles desde dicho cañón.
Fueron años de intensos análisis de todo tipo, en donde se reevaluaron
las tácticas y estrategias acorazadas de la guerra moderna y se tuvo en cuenta
la experiencia ganada en la operación del T-72 en muchos países, sobre todo en
condiciones severas de uso y abuso fuera y dentro del combate. El T-90 salió
así como un nuevo producto que copiaba lo ya dado por bueno, e incorporaba
mejoras de todo tipo. Retenía las características de todo tanque soviético de
la época: poco peso, baja silueta con un tamaño reducido, armamento muy
poderoso y una alta movilidad.
Sobre esto último hay que aclarar que, más allá de la "mala
actuación" de los diseños soviéticos en combate, sobre todo en países
árabes, hay que tener en cuenta que no han sido utilizados siguiendo las
tácticas para las que fueron pensados. La táctica soviética sobre la que se
basaron los T-55/54, T-62 y los demás, incluyendo el T-90, es la de penetración
en masa a alta velocidad. Es por eso que los tanques soviéticos no tienen
enormes blindajes y prefieren ser pequeños, relativamente baratos y muy
rápidos, cargando cañones temibles: simplemente no está en el diseño, y allí
donde los compradores no saben o no pueden adherir a esas tácticas, se
encuentran en desventaja frente a diseños mucho mejor blindados, a los cuales
no pueden sobrepasar en número como lo habían pensado sus diseñadores.
Impresionante toma frontal del nuevo terror de Occidente, el T-90. A ambos lados del cañón pueden verse claramente las dos luces integrantes del APS Shtora, tal vez la sorpresa más desagradable del conjunto.
El nuevo MBT ruso
Mostrado por primera vez al público el 28 de junio de 1993 en la
ultraconocida base de pruebas de Kubinka, en ese mismo año el gobierno ruso
anunció que lo adoptaría como su nuevo MBT.
Se trata de un tanque de la misma clase que el Abrams y el Leopard 2,
capaz de igualar e incluso sobrepasar algunas de las características de estos
vehículos.
El T-90 ha surgido como un sucesor del T-72 más que del T-80, que
actualmente compite con él en los mercados internacionales ya que son muy
similares en características. Aunque no ha sido probado en combate de gran
escala, muchos creen que podría ser una gran amenaza en el futuro.
Configuración general
Como se ha dicho antes, el T-90 mantiene la baja silueta que han tenido
todos los tanques soviéticos anteriores; esto es, el armamento principal en una
torre giratoria de forma redondeada, el motor y la transmisión en la parte
trasera del casco, y la tripulación sentada en compartimentos separados. Esto
se logra con una ingeniosa disposición de todas las partes, aunque también hay
que decir que muchos vehículos soviéticos son conocidos por apiñar los
elementos vitales y darle poco espacio a la tripulación.
Sistemas mecánicos
La suspensión consiste en seis ruedas de rodadura, de gran tamaño,
hechas de metal y recubiertas de caucho. Hay tres rodillos de retorno a cada
lado, que mantienen solamente la parte interna de las orugas. Las ruedas
tractoras están en la parte trasera.
La amortiguación está asegurada en la primera, segunda y sexta rueda. El
tanque está equipado con placas de blindaje que se extienden a toda su
longitud: la frontal consiste en tres paneles blindados, mientras que los otros
dos tercios son de paneles de caucho. Sobre la última rueda, del lado
izquierdo, está el tubo de escape del motor.
El casco y el glacis
El glacis está bien inclinado, y va generalmente cubierto de blindaje
reactivo (ERA) de segunda generación. Igualmente, sobre el glacis se extiende
horizontalmente una generosa porción de blindaje adicional.
Como en todos los tanques soviéticos, el conductor se sienta adelante,
en el frente del casco, y tiene una escotilla simple que se abre hacia la
derecha. Frente a ella hay un periscopio (simple, no estereoscópico) de
observación, de ángulo ancho.
El casco es especialmente compacto, integrando celdas de combustible y
contenedores de almacenamiento que le dan una apariencia estilizada a los
guardabarros. Además, el casco viene de fábrica equipado con una pequeña pala
aplanadora, con dientes en forma de sierra, justo debajo del glacis. También
hay dispuestos puntos de apoyo para ensamblar, debajo de la pala aplanadora, el
sistema barreminas KMT-7.
El motor diesel del T-90 le da la potencia necesaria como para ser un
vehículo altamente móvil y maniobrable, algo considerado como muy importante
para sus diseñadores.
Sistema motriz
La planta motriz del T-90 es un económico motor diesel policarburante de
cuatro tiempos B84MC, enfriado por líquido. Este motor tiene la gran ventaja,
al igual que otros como el del Leopard 2, de poder consumir casi cualquier tipo
de combustible disponible, como puede ser gasolina, kerosene e incluso bencina,
ya sea separados o mezclados. Se trata sin duda de una verdadera maravilla de
la mecánica, que da como resultado un aparato duro en todo sentido.
Este motor desarrolla 840 hp., lo que da una relación potencia/peso de
18.06 hp/tonelada, que es considerablemente menos que en el T-80, aunque hay
que tener en cuenta que este vehículo utiliza una turbina de gas que da una
potencia de 1.250 hp.
Todo esto redunda en una reducción de la velocidad máxima del T-90, que
es de 60 km/h en lugar de los 70 km/h del T-80.
El motor diesel de este tanque representa muchas mejoras con respecto al
del T-80, cuya planta motriz al parecer no ha encajado del todo en lo que
buscan los rusos. Las siguientes ventajas son bastante grandes, sobre todo en
terrenos arenosos y en climas calientes (tengamos en cuenta que uno de los
mayores mercados soviéticos han sido siempre los países árabes): solamente se
da una baja pequeña de potencia en condiciones de altas temperaturas
ambientales. A cambio, el motor tiene un sistema efectivo de limpieza por aire
y, en áreas polvorientas, una alta confiabilidad del motor; y por otra parte un
consumo mucho menor de combustible, de entre 1,8 y 2 veces menos.
Hay que acotar que el cambio del motor de turbina para volver al diesel
debe haber respondido a muchos factores relacionados con lo económico, dentro y
fuera de la URSS. Los motores de turbina han demostrado dar mucha potencia con
bajo ruido, pero a costa de ser más complejos y aparatosos, requiriendo por lo
tanto tanques más grandes y caros. Por otra parte, el costo en combustible se
dispara por las nubes, cosa que pueden permitirse los usuarios del M-1 Abrams
(EEUU, Arabia Saudita, Kuwait, Egipto), pero no la empobrecida Rusia y sus
potenciales clientes, que siempre han sido países del Tercer Mundo.
Después de todo, el motor diesel del T-90 no es ni mejor ni peor que el
de la mayoría de los tanques del resto del mundo, dándole una velocidad de 60
km/h al vehículo (de hecho, más velocidad que ciertos vehículos occidentales de
su tipo) y permitiendo marchas de hasta 550 km sin recargar combustible. Por si
fuera poco, el diseño permite una expansión del motor, al dejar espacio para
instalar uno turbocargado de 1.000 hp, a pedido del cliente.
El cañón 2A46 de 125mm es una de las mayores amenazas del T-90, ya que
puede hacer algo que ningún otro cañón del mundo puede: disparar misiles al
mismo tiempo que proyectiles convencionales. Nótense los tres paneles blindados
de las primeras ruedas.
Armamento principal
El T-90 está equipado con el poderoso cañón 2A46 de 125 mm, el más
grande de todos los utilizados en tanques en la actualidad, que es básicamente
el mismo que utilizan el T-72 y el T-80. Este cañón, de alimentación
automática, posee además la gran ventaja de poder disparar misiles del tipo
9K119 REFLEKS (OTAN AT-11 "Sniper"), guiados por laser. Este misil,
que puede penetrar 700 mm de blindaje a 4.000 metros, es una amenaza muy seria
para cualquier tanque o vehículo occidental, ya que además de poder ser
utilizado contra otros tanques, también puede acerrojar y destruir helicópteros
incluso antes de que estos puedan poner al T-90 en sus miras. El sofisticado
misil, combinado con el mejorado sistema de control de fuego y la mira laser,
permiten un disparo preciso hasta los 5.000 metros.
El armamento principal ha aumentado su eficacia al mejorarse su
precisión, utilizándose un sistema de alineación incorporado, y un cañón
fácilmente desmontable. Este arma está estabilizada en dos planos, y alimentada
por un cargador automático, que hace innecesario al cargador humano, por lo
tanto reduciendo la tripulación del tanque a 3 personas, reduciendo así también
el tamaño del vehículo.
El cargador automático está alimentado de un depósito que contiene 22
proyectiles de uso inmediato, con provisión para muchos más. Además de reducir
los requerimientos físicos del tanque, este sistema permite el disparo de 7 u 8
proyectiles por minuto, lo que representa una ventaja muy grande con respecto a
la mayoría de los sistemas occidentales. En caso de emergencia, el cañón puede
ser cargado de forma manual, supuestamente por el comandante del tanque.
Igualmente, el poder de fuego del T-90 fue mejorado con respecto a sus
predecesores, al darle un arma con propiedades mejoradas, mejores municiones y
un sistema de control de fuego mejorado, que reduce la preparación para el
primer disparo y aumenta las probabilidades de impacto.
A pesar de los esfuerzos por mejorar los sistemas de disparo, sigue
siendo obvio que en cuanto a tecnología de sensores y electrónica, los sistemas
soviéticos y ahora rusos siguen estando en desventaja con respecto a Occidente.
El T-90 incluye una computadora balística y un telémetro laser, pero no posee
los caros dispositivos de visión térmica que tanto ayudan a los tanques
occidentales a mejorar su puntería, sobre todo de noche. El T-90 tiene un
sistema térmico, pero al parecer no es muy bueno, siendo de primera generación,
y no tan bueno como los que se utilizan en tanques extranjeros. Sin embargo, se
trata de un avance significativo.
Historia de su producción
La fabricación del T-90 se inició
con pequeñas cantidades de viejos cascos de carro T-72 (más específicamente del T-72BU y de partes de otros modificados), que habían
sido dados de baja del inventario ruso, y a los que se les dotó con un motor de
840 hp, sistemas de protección activa como el Shtora-1, DRZORD-2,
Kontakt-5, una nueva versión de torreta en dos variantes y
blindaje añadido en las zonas más vulnerables. Se comenzó su producción en
serie en el año 1993. El T-90 fue desarrollado por la Oficina de Diseño
Kartsev-Venediktov de la fábrica Uralvagonzavod en Nizhny Tagil, Rusia. Dos variantes, el T-90E
y el T90S han sido identificadas, siendo el T-90S el modelo de
exportación.A mediados de 1996, 108 tanques T-90 fueron asignados al servicio del Distrito Militar Ruso en el Este.
T-90S Bhishma del
ejército Indio.
El contrato entre India y Rusia, estimado en unos $750 millones de dólares, también incluía la completa transferencia de la tecnología del T-90 y su sistema de armas a la India. Con asistencia rusa y francesa, India desarrolló una versión mejorada del T-90S conocida como el Bhishma, (el nombre Bhishma corresponde a un personaje de la épica Indú Mahábharata). Sin embargo, India ha indicado que surgieron algunos problemas con las miras térmicas de diseño francés usadas en el T-90 por el intenso calor del desierto.[3] En el 2006 el Gobierno Indio otorgó un contrato por $2,500 millones de dólares para fabricar 1000 carros de combate T-90 Brishma para el ejército indio.[4] El 26 de octubre de 2006 India firmó otro acuerdo con Rusia por 800 millones de dólares para otros 330 carros de combate T-90 adicionales.[5]
Armamento
T-90 con snorkel desplegado (foto por Alain Servaes).
Las variantes T-90S y T-90 Bhishma pueden disparar también el misil 9M119M Refleks (AT-11 Sniper), que tiene un sistema de guía por láser semi automático y la cabeza es del tipo de carga hueca. El misil tiene un rango efectivo de entre 100 m a 5000 m y le toma 17,5 segundos alcanzar a su blanco. Puede penetrar blindajes de acero y/o compuestos de entre 900 mm a 1800 mm de espesor y puede impactar blancos aéreos en vuelos de baja altura como helicópteros en un radio de acción de hasta 5.000 metros.
Protección
El cuerpo y la torreta del T-90 están cubiertas por un blindaje de tercera generación consistente en blindaje reactivo Kontakt-5 (ERA). El tanque posee una torreta baja que está ubicada en el centro del casco y está cubierta por las placas de ERA. El ERA le otorga a la torreta una apariencia angulosa, con las placas de ERA formando una apariencia de ostra marina. Las placas de ERA en el techo de la torreta le proveen de protección contra ataques aéreos.
Supervivencia
Usuarios
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